miércoles, 13 de mayo de 2009

El hombre de Vitrubio




Impulsado por una idea fija
Que impregnaba las horas con su efluvio
Buscó Leonardo, en el hombre de Vitruvio,
Establecer el tamaño de la pija.


Yació entonces con toda meretriz
Que fatigara la noche florentina
Y vivió derrotado aunque feliz
más sin hallar la proporción divina.


La solución le llegó con los favores
largamente postergados de Beatriz
“os olvidáis de los escollos exteriores
Fa fo fofe fegagagta fufage feg ge fafiz ” *
* a los doce de garganta, sumadle tres de nariz

3 comentarios:

Anónimo dijo...

fuf... jajaja es una obra maestra.

Fran López dijo...

Ah, qué bueno que la internet sirva.

Anónimo dijo...

Internet al servicio del pueblo!