viernes, 15 de mayo de 2009

Discapacidad

Un rengo de parado se cogía
a una novia rotosa que tenía.
A causa de su pierna malhadada,
se ensuciaba el pantalón con la acabada.

Moraleja
Quien mal anda, mal acaba

Anónimo popular (el padre de Reggiani o "verdadero señor Reggiani" lo recitaba con alegría, y se publica en su homenaje).
La lección que recogemos es la fijada por el Dr. Pablo Lucio Bordenave para su "Antología del verso chusco" (El Mogolejito No. 3. La Máquina Infernal Ediciones, 1994)

2 comentarios:

Leopoldo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Leopoldo dijo...

Y si la pobre rotosa se escapaba
¡oh tiempos sin blogueses ni feisbúk!
qué bolero más chusco le quedaba
duo de voz y muleta se escuchaba:
"me gustas tuc... y tuc... y tuc...
y solamente tuc... y tuc... y tuc..."